Los problemas más habituales en una comunidad de vecinos:
– Ruido, vecinos ruidosos que ponen la música demasiado alta, los que caminan con tacones durante el todo el día, los que mueven muebles a cualquier hora, niños que corren o juegan con la pelota…
– Morosidad, siempre hay algún vecino que se niega (o no puede) hacer frente a estos gastos. La cosa se complica todavía más cuando lo que se paga es una derrama.
– Limpieza, convivir con vecinos incívicos que no atienden a razones respecto a cuestiones esenciales como no dejar la basura en la puerta de casa o fregar el suelo si su mascota no ha podido aguantarse hasta llegar a la calle y se ha hecho pis.
– Uso de las zonas comunes, vecinos que obvian las reglas de las piscinas o parques infantiles que suelen implicar además el horario en que se pueden utilizar.
– Filtraciones y humedades, el paso del tiempo y la falta de mantenimiento acarrean estos problemas.
– Cargos de representación de la comunidad, siempre hay algún vecino que se niega a asumir esta obligación.
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